miércoles, 7 de octubre de 2009

Videogamer de hueso colorado


Toda la vida me han gustado los videojuegos.

Desde que era apenas un pequeño retoño y tenía mi Atari.

Luego convencí a mi padre de comprarme mi viejo Nintendo.

Nunca olvidaré aquel cumpleaños en el que recibí mi Super Nintendo (con Mortal Kombat 2 yeah!).

Después vendí todos los anteriores para poderme comprar mi N64.

Y así, hasta tener mi Play 3 y el 360.

Muchos dirán "Los videojuegos son para niños, geeks, inmaduros, incultos, bla bla bla". Pues entonces soy todo lo anterior porque me encantan. Para mí es el equivalente a ver una buena película, o a pasar horas leyendo.

Me desestresa, me relaja, me divierten, algunos me dan miedo, me mantienen en suspens e incluso hay algunos que me llegan a tocar al corazón, porque sí...aunque algunos no lo crean hay juegos con una gran y emotiva trama. Y ayer disfrute tal vez como nunca el haber pasado un par de horas jugando.

Ayer en especial llegué de malas, MUY de malas a su casa y me puse a jugar; se me fueron las horas, me desestresé, se me quito el enojo que tenía, me alejé de la realidad un momento y olvidé todo aquello que me molestaba.


Gracias a esto y más sólo me resta decir: I
videogames.

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